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Ocio y turismo en los Pirineos Orientales
Con el bus a 1 € en todo el departamento de los Pirineos Orientales, podrás ir a donde quieras y tus trayectos serán de lo más simples y económicos.
Los Pirineos Orientales, entre mar y montaña…
Descubre este destino soleado, todo un mundo por sí solo.
Situados entre el mar y la montaña, los Pirineos Orientales proponen una multitud de actividades de ocio. Con un tico patrimonio cultural, militar y religioso: en cada pueblo encontrarás una iglesia, un claustro, una fortaleza o una ciudadela.
Pueblos de piedra en medio de la montaña o pueblos de pescadores de anchoas protegidos del viento en una bahía… Te encantará pasear por estos lugares llenos de historia serpenteando sus calles pintorescas.
El Canigó, considerado Gran Paraje de Francia, pico estrella del valle y de todos los picos catalanes, domina estas tierras con sus 2765 metros de altitud. Está lleno de fauna, minerales y de una flora excepcional y preservada, y también muchos lugares salvajes protegidos.
El Museo de Arte Moderno de Céret:
El Museo de Arte Moderno de Céret es el principal museo de arte de los Pirineos Orientales. Fue creado por Pierre Brune y Frank Burty Haviland, en 1950, y en los últimos veinte años ha adquirido una dimensión internacional.
El Museo Hyacinthe-Rigaud es un museo situado en Perpiñán. Reúne una colección de pinturas y arte decorativo, en la que destaca una colección de arte gótico catalán y pinturas modernas.
El Vallespir
Se extiende a lo largo del valle del Tec, entre la sierra de la Albera, las colinas de los Aspres y las laderas del Canigó. Bastante protegido del viento, el Vallespir ofrece una imagen de calma y bienestar.
Colinas suaves con plantaciones de viña y olivos, pendientes más abruptas pobladas de alcornoques y encinas… También manzanos y perales, no solo cerezos. Los castaños y las hayas ocupan la mayoría del espacio, y forman hermosos bosques donde las setas suelen ser abundantes y variadas.
Colliure y la costa Bermeja
Pendientes pirenaicas que llegan hasta el Mediterráneo, viñedos que extienden sus terrazas para responder a la insolente belleza de la rocosa costa catalana. El ser humano ha ido dejando su huella en forma de arte, inteligencia y talento.
La paleta de colores brillantes de los famosos pintores fauvistas recibe las respuestas de los callejones de Collioure o Banyuls, y los azules de los fondos marinos. Los tesoros del mar son, por supuesto, en el primer plano de una cocina generosa que se atreve con sorprendentes mezclas de dulce y salado. Saborea el famoso mar i munt, una comunión entre el mar y la montaña, mariscos y vacuno (rosée des Pyrénées), que refleja el espíritu de este país a la perfección.